El siguiente año será desafiante para las pequeñas y medianas empresas (pymes), por las condiciones socioeconómicas como la inflación y el temor de una posible recesión, y aunque en este año han demostrado mayor estabilidad y recuperación, se vislumbran retos, sobre financieros.
“No será ni favorable ni desfavorable la situación que se avecina para las pymes, será algo más retador y nuevo, sobre todo porque se va saliendo de la pandemia y hay muchos comportamientos que cambiaron. Hay que entender cómo funcionarán nuestros modelos de negocio de aquí en adelante”, expuso en entrevista Alejandro Villalobos, director general de Cumplo México.
Sobre el modelo de negocios, detalló que se debe adecuar a las nuevas necesidades y consolidar el negocio, tanto en la oferta como en lo que se espera crecer, algo que será favorable porque el siguiente año se vislumbra más estabilidad pero mesura a la vez.
Por un lado, las pymes tendrán un panorama positivo porque el país está ante una oportunidad importante de crecimiento, por su condición geográfica y el Tratado de Libre Comercio. Por otra parte, las relaciones internacionales entre países como Estados Unidos y China, que se van desintegrando, invitan a que muchas naciones buscan nuevos lugares para llevar sus empresas, siendo México una de las preferidas.
También prevalece la incertidumbre por la inflación y las tasas de intereses. Si bien, la pandemia hizo que las pymes vieran la importancia de planificar, tener estados financieros óptimos y liquidez, muchas aún no gestionan el área correctamente o en su búsqueda de crecer, no se adecúan a lo que la realidad les permite. La clave para afrontarlo es ser una empresa camello.
Ser camello, no unicornio
Para que una pyme pueda sobrevivir y seguir creciendo en el mercado, requiere de liquidez; sin embargo, el 8% carece de ello, de acuerdo con datos de Fundary, lo que significó menor productividad y en algunos casos, endeudamiento mayor a lo esperado al buscar opciones de financiamiento.
Ahora la liquidez de las pymes ha mostrado recuperación, pero prevalece un inconveniente: se sigue pensando en seguir creciendo, tomando como ejemplo a los unicornios, esas empresas con valor de 1,000 millones de dólares o más a nivel mundial, cuando los negocios deben pensar en ser camellos.
“Hace unos años se hablaba de los unicornios, pero ahora se aborda más el concepto de camellos porque para empezar existen, son reales y su característica principal es que traen agua en sus jorobas, con lo cual logran sortear períodos de incertidumbre. Ahí se vuelve importante tener liquidez a la mano para afrontar alguna situación y como los camellos, tenerlo de reserva para semanas o meses de duda”, indicó Villalobos.
Por ello, lo primero que las pymes deben tener presente es su meta de crecimiento y consolidación, que no significa ser una gran corporación y tener un crecimiento acelerado, sino tener un aumento estable y mesurado.
“Nada garantiza el éxito en un negocio, el crecimiento y buenos resultados serán consecuencia de un modelo sólido”.
Problema de gestión
Otro problema que enfrentan las pymes es la gestión financiera, pues solo 50% de las empresas del país realiza una planeación financiera adecuada, de acuerdo con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores. Además, muchas veces las pymes confunden la gestión y planeación con hacer presupuestos o no se tiene un contador que lleve esa parte. Usualmente el emprendedor se dedica a ello.
“Los emprendedores tienden a pensar que la contabilidad no es tan importante como las ventas, pero si no lo tienen, al momento que quieran crecer va a ser más difícil, o no podrán. Con una buena gestión sabrán dónde invertir, qué decisiones tomar y la información estará el orden”.
La falta de liquidez es la principal causa de fracaso de los emprendimientos mexicanos con 35%, seguido de una mala administración del negocio con 29% que se relaciona ampliamente con la parte financiera, indica la Radiografía del Emprendimiento en México 2021, elaborada por la Asociación de Emprendedores de México.
“Los emprendedores no tienen que saber todo, no hay que ser súper héroes, si hay algo que no se sepa, hay que buscar personas especializadas en ello”, finalizó Villalobos.
El agotamiento de la fuerza laboral, la necesidad de adaptarse a entornos más cambiantes y las expectativas de los trabajadores más jóvenes respecto a un nuevo modelo de liderazgo son los temas que definirán la agenda de Recursos Humanos el 2023.
De acuerdo con el informe de HR Megatendencias de UKG, en el transcurso del próximo año la crisis de salud mental será más desafiante y esto se combinará con un entorno económico de incertidumbre que demandará procesos más ágiles en las organizaciones.
“Problemas globales como la inestabilidad económica, el cambio climático, la violencia y el malestar político están agravando el desafío. Las organizaciones resilientes han aprendido que deben prestar mucha atención a las tendencias emergentes para poder adaptarse y mantener la continuidad del negocio en tiempos de incertidumbre. Cuidar de su gente nunca ha sido más desafiante, o más crítico”, señala la firma en su reporte.
En este sentido, las tres megatendencias que compartirán los ejecutivos de Recursos Humanos en sus agendas en 2023, serán:
» 1. Navegar en una crisis de salud mental
La salud mental y el bienestar son ahora el centro de atención debido en parte a los efectos de la pandemia, así como a la inestabilidad social y económica en todo el mundo. Muchas personas se sienten abrumadas. Los ciclos de noticias negativas sobre la incertidumbre económica, el cambio climático, la violencia y los disturbios políticos han contribuido a un aumento de los problemas de salud mental.
Las empresas tienen que seguir de cerca y atender las afectaciones de salud mental en sus colaboradores porque pueden tener un impacto negativo en la cultura organizacional, la retención, la productividad y la innovación.
“El impacto de las clases gratuitas de yoga es mínimo si los empleadores no priorizan cosas como salarios dignos, atención médica asequible y demandas y plazos razonables para los proyectos”, apunta Jarik Conrad, vicepresidente de Conocimientos Humanos y Asesoría de Capital Humano en UKG.
» 2. Agilidad para adaptarse a los cambios
Está latente el impulso de volver a los patrones y comportamientos previos a la pandemia, reconoce el informe. Sin embargo, las organizaciones que puedan reconfigurarse y adaptarse continuamente no sólo sobrevivirán, sino que prosperarán durante los desafíos inesperados.
Las organizaciones comenzaron a darse cuenta de que necesitaban estructuras comerciales más adaptables para resistir la enorme cantidad de turbulencias que enfrentamos hoy, ya sea por la situación económica, las expectativas cambiantes de los empleados o crisis de impacto global sin precedentes como pandemias, guerras y cambio climático.
» 3. Nuevo estilo de liderazgo influido por la generación X
“Ya sea porque las situaciones son diferentes, sus valores son diferentes, o ambos, el porcentaje de miembros de la generación X (nacidos entre 1965 y 1980) en el directorio es positivo y está significativamente relacionado con el desempeño de la empresa, la relación mercado-valor contable y la diversidad, la equidad, la inclusión y la pertenencia”, refiere el reporte.
De acuerdo con las proyecciones de UKG, el próximo año la generación X seguirá incorporándose en puestos directivos y consejos de administración de las empresas, y darán prioridad a la inversión en temas ambientales, sociales y de gobernanza, pero también a lo relacionado con la diversidad, equidad, inclusión y pertenencia de la fuerza laboral.
¿Cómo prepararse para estas tendencias?
Las megatendencias identificadas para 2023 son resultado de un trabajo conjunto entre especialistas internacionales en Recursos Humanos de UKG, líderes de opinión y científicos sociales luego de analizar los acontecimientos del año en el mundo del trabajo y evaluar las implicaciones para las organizaciones y sus agendas de gestión de talento.
En este sentido, los especialistas sugieren las siguientes acciones para enfrentar cada desafío:
» Salud mental
Atender las necesidades básicas de los colaboradores, como un salario digno, asistencia médica accesible y apoyos para la jubilación y pensiones.
Abordar el burnout con horarios de trabajo flexibles, exhortar la toma de tiempo libre remunerado y centrarse en las labores que realmente importan para la empresa para crear cargas de trabajo y plazos razonables.
Reconocer y celebrar el éxito de los empleados y darles autonomía para tomar decisiones.
Apoyar el trabajo con propósito conectando a los empleados con el «por qué» de su función y proporcionar crecimiento profesional con programas de formación.
Invertir en tecnología para la vida laboral que apoye a los empleados en su trayectoria personal de vida laboral.
» Agilidad
Reforzar la comunidad y su cultura con más inversiones, incluso en tiempos de incertidumbre económica.
Duplicar la apuesta por la diversidad, equidad, inclusión y pertenencia para reforzar la captación de talento y fomentar la innovación en todos los ámbitos de la organización.
Practicar la gestión estratégica de la fuerza laboral adaptando la planificación de escenarios para prepararse ante cualquier situación.
Elaborar un inventario de competencias para aprovechar y empoderar mejor a los colaboradores y crear programas de empleo para obtener una amplia gama de talentos entre trabajadores de tiempo completo, tiempo parcial, eventuales y por temporada.
» Liderazgo
Crear consejos de administración más diversos en cuanto a edad, género y etnia.
Dar prioridad a los esfuerzos sociales, ambientales y de gobernanza para fomentar la confianza de clientes y colaboradores, reducir el riesgo y crear valor a largo plazo para el beneficio de todos.
Dirigir el liderazgo y planificar la sucesión desde el punto de vista de la gestión holística del talento, incluyendo atributos tradicionales como la experiencia técnica y del sector, así como la reputación de una persona en la comunidad y su influencia a través de tutoría y entrenamiento.
“Las organizaciones y sus empleados están bajo asedio, enfrentando enormes desafíos que parecen estar aumentando con los días. A medida que los líderes de la generación X continúan ascendiendo al nivel C-suite y asientos de consejos de administración, deben liderar acorde a la persistente turbulencia en el entorno actual. Una forma en que pueden sentar una base sólida para un cambio sostenible es abordar el desgaste de las personas tomando mejores decisiones para cuidar a su gente y construir a la agilidad para asegurar la viabilidad a largo plazo de sus organizaciones”, indica la firma en su informe.